El comunicador Julio Martínez Pozo abordó este lunes el misterioso caso del empresario ruso Suren Sergeevich, encontrado muerto en su villa de Casa de Campo, afirmando que las autoridades dominicanas optaron por la versión del suicidio porque “es lo menos escandaloso” para el gobierno y el país.
Martínez Pozo sostuvo que el caso tiene matices oscuros y consecuencias potencialmente explosivas a nivel internacional, sugiriendo que el empresario, vinculado al mundo del software de seguridad y con un nivel económico alto, podría haber sido asesinado por intereses externos.
“El señor Sergeevich sabía que el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia lo estaba buscando. Desde la visita del canciller Lavrov a RD, no salía de su casa. Estaba paranoico, reforzó toda su seguridad”, aseguró el periodista.
Según Pozo, el empresario fue “ahorcado con una sábana en su oficina” y luego su cuerpo fue trasladado a su habitación para simular un suicidio. Asegura que el hecho se mantuvo en silencio hasta que él lo reveló en su programa el pasado viernes, provocando entonces la primera rueda de prensa oficial del caso.
“Eso fue una operación quirúrgica. Lo que conviene es decir que se suicidó, pero el gobierno sabe que no fue así”, declaró.
Martínez Pozo hizo un llamado al presidente Luis Abinader para que garantice que los restos del escenario se conserven intactos y que el caso sea investigado por organismos internacionales sin teorías predilectas ni temor a lo que pueda surgir.
El periodista también contextualizó el caso en medio de otros temas nacionales e internacionales, como el conflicto entre Irán e Israel, la condena anticipada mediática en el caso de los hermanos Espaillat, y el periplo internacional del presidente Abinader.
Esta no es la primera vez que Martínez Pozo pone en tela de juicio versiones oficiales, pero su afirmación de que el caso del ruso ha sido maquillado por conveniencia nacional plantea una grave denuncia que deja más preguntas que respuestas.