La comodidad en los vuelos comerciales podría cambiar radicalmente a partir de 2026, si se aprueba el uso de los asientos para pasajeros tipo “sillín” diseñados por la empresa italiana Aviointeriors. Durante la feria Airliners Interiors Expo de Hamburgo, la compañía presentó la nueva versión de su controvertido modelo Skyrider 2.0, una estructura que propone reducir significativamente el espacio entre filas, permitiendo acomodar hasta un 20 % más de pasajeros por aeronave. El diseño de los asientos, que obliga a los ocupantes a permanecer casi de pie durante el vuelo, ha captado la atención de aerolíneas de bajo costo como VivaColombia y Ryanair, interesadas en maximizar su capacidad sin aumentar costos.
Aunque el concepto no es nuevo —fue presentado por primera vez en 2010 y descartado por cuestiones de seguridad—, la empresa asegura que la nueva versión de los asientos, incluye mejoras ergonómicas y estructurales. Sin embargo, los organismos reguladores de aviación civil aún no han autorizado su uso, ya que persisten dudas sobre la viabilidad de una evacuación rápida en caso de emergencia y sobre el impacto que estos tipos de asientos podría tener en la salud de los pasajeros durante vuelos prolongados.
A pesar de que no existe una fecha oficial para su aprobación, el solo hecho de que varias aerolíneas estén considerando incorporar este modelo ha generado preocupación entre usuarios y expertos del sector, quienes advierten que el confort del pasajero podría verse aún más sacrificado en aras de la rentabilidad.
El Skyrider 2.0 es un innovador diseño de asiento para aviones desarrollado por la empresa italiana Aviointeriors, que propone una experiencia de vuelo en posición semi-erguida. Inspirado en la forma de una silla de montar, este asiento permite a los pasajeros apoyarse en una estructura acolchada similar a un sillín de bicicleta, manteniéndose en una postura inclinada de aproximadamente 45 grados.
Diseñado para vuelos de corta duración, de hasta dos horas, el Skyrider 2.0 ha superado las pruebas de seguridad pertinentes y podría ser implementado por aerolíneas de bajo coste en Europa a partir de 2026. Aunque aún no se ha confirmado su adopción por parte de ninguna compañía aérea, el concepto ha generado debate en la industria y entre los pasajeros, dividiendo opiniones entre quienes ven una oportunidad para vuelos más económicos y quienes cuestionan la comodidad y viabilidad de viajar en esta posición.