SANTO DOMINGO.– El comunicador Najib Chahede planteó la posibilidad de que Ulises Rodríguez, actual alcalde de Santiago, sea promovido por su entorno como un eventual candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM).

Aunque aclaró que el propio Rodríguez no ha declarado públicamente su intención, Chahede reveló que personas cercanas al edil cibaeño han comenzado a animarlo y a posicionarlo en sondeos no oficiales. “Le están tirando caramelitos al señor alcalde de Santiago”, afirmó, al referirse a lo que ya considera el “noveno proyecto presidencial” en el seno del PRM.

Chahede aprovechó el comentario para criticar el discurso del ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza, durante un almuerzo con la Cámara Americana de Comercio, señalando que parecía más una pieza de campaña que un informe de gestión. También cuestionó la efectividad del plan “Meta RD 2036” y la baja inversión pública en infraestructura del actual gobierno.

Además de mencionar el posible proyecto presidencial de Ulises Rodríguez, Chahede puso en duda la viabilidad de que el PRM duplique el Producto Interno Bruto del país hacia el 2036, como promete el plan Meta RD. Según él, los niveles de inversión en capital son demasiado bajos, citando que en 2023 apenas alcanzaron un 1.9% del PIB, muy por debajo de lo necesario para alcanzar esos objetivos.

También se refirió a la contradicción entre el discurso oficial y la realidad económica que viven muchos dominicanos. Cuestionó que se celebren aumentos en el salario mínimo mientras gran parte de la población, especialmente del sector público, sigue ganando sueldos que no alcanzan para cubrir la canasta básica. “¿Quién vive con 10 mil pesos?”, se preguntó, refiriéndose al salario mínimo estatal.

Finalmente, dejó en claro que las señales de posibles aspiraciones presidenciales dentro del PRM, como la de Rodríguez, reflejan que las luchas internas han comenzado temprano. “Parece que la campaña no ha terminado para algunos”, señaló con tono crítico, insistiendo en que el gobierno debe dejar de prometer y empezar a rendir cuentas con resultados concretos.