Santo Domingo, R.D. – El sistema de salud en las maternidades de los hospitales públicos ha experimentado mejoras desde la implementación del nuevo protocolo migratorio, el pasado 21 de abril. En la Maternidad Nuestra Señora de la Alta Gracia, uno de los centros más frecuentados, se ha registrado una disminución en la asistencia de parturientas y embarazadas extranjeras, lo que ha permitido una atención más ágil para las dominicanas.

De acuerdo con testimonios de ciudadanos, tras la aplicación del protocolo, las dominicanas han notado que el proceso de atención es más rápido. “Antes, había muchas extranjeras, lo que hacía que la atención fuera más demorada. Ahora, el proceso es mucho más rápido”, comentó una usuaria del servicio, quien indicó que anteriormente veía una gran cantidad de pacientes haitianas en comparación con las dominicanas.

Sin embargo, a pesar de los beneficios percibidos por los dominicanos, también se han alzado críticas sobre el trato a las pacientes extranjeras, especialmente las haitianas. Algunas voces han cuestionado la manera en que las mujeres haitianas son deportadas tras ser sometidas a cesáreas, lo que ha generado un debate sobre la ética y las condiciones de estas deportaciones. Pese a estas críticas, muchos ciudadanos están de acuerdo con la continuación de los protocolos, destacando la mejora en los tiempos de atención y el bienestar de las dominicanas.

Los responsables del hospital han señalado que el protocolo migratorio ha permitido reducir la saturación de pacientes, lo que a su vez ha optimizado la calidad del servicio. Además, explicaron que la medida no solo responde a la necesidad de gestionar mejor los recursos del hospital, sino también a la implementación de políticas más estrictas para regular la asistencia de pacientes extranjeras, particularmente aquellas sin documentación legal. Las autoridades aseguraron que continuarán trabajando para asegurar que el proceso sea lo más eficiente y justo posible.

No obstante, algunos sectores defienden la importancia de garantizar un trato humano y digno para todas las personas, independientemente de su nacionalidad. A pesar de los avances, el debate sobre la deportación de mujeres haitianas tras el parto sigue siendo un tema sensible, y organizaciones de derechos humanos han solicitado que se revisen los protocolos para asegurar que no se violen los derechos fundamentales de estas pacientes, especialmente en situaciones vulnerables como el postparto.