París, Francia – Nueve años después del violento robo que sufrió durante la Semana de la Moda de París en 2016, la celebridad Kim Kardashian regresó este martes a la capital francesa para testificar en el juicio contra la pandilla acusada de asaltarla a punta de pistola en su habitación de hotel. Acompañada de su madre, Kris Jenner, sus abogados y escoltada por un fuerte dispositivo policial, Kardashian llegó vestida de negro y visiblemente afectada por el reencuentro con sus presuntos agresores.
El caso, que conmocionó al mundo del entretenimiento, involucra a 10 acusados, apodados por la prensa francesa como los “abuelos atracadores”, debido a su edad avanzada: entre 60 y 78 años. En su testimonio, que se extendió por varias horas, Kardashian relató entre lágrimas cómo fue atada de pies, manos y boca mientras los atacantes, disfrazados de policías, le apuntaban con armas y le exigían joyas valoradas en más de 9 millones de euros.
Durante su declaración, la empresaria dijo haber sentido un profundo miedo de ser violada o asesinada, y recordó haber rezado para que su hermana Kourtney, también en París esa noche, no la encontrara muerta. “Les repetía que tenía bebés, que necesitaba volver a casa”, confesó conmovida. Entre los objetos robados se encontraba un anillo de gran valor y miles de euros en efectivo.
Uno de los acusados, presente en la sala, rompió en llanto mientras el juez leía una carta de arrepentimiento escrita por él. Kardashian, aunque dijo perdonarlo, aseguró que el trauma de aquella noche la marcó para siempre. El juicio, que ha captado la atención mundial por la notoriedad del caso y la edad inusual de los imputados, continuará durante los próximos días y se espera que el veredicto sea anunciado alrededor del 23 de mayo.
El atraco ocurrió el 3 de octubre de 2016 en un exclusivo hotel parisino donde Kardashian se hospedaba durante la Semana de la Moda. Según los informes, los asaltantes lograron ingresar haciéndose pasar por policías y obligaron al conserje a guiarlos hasta la habitación de la estrella. Allí, la inmovilizaron y la encerraron en el baño mientras saqueaban sus pertenencias. El caso generó gran conmoción no solo por la violencia del hecho, sino también por tratarse de una de las figuras más mediáticas del planeta.
El incidente tuvo un fuerte impacto en la vida de Kim Kardashian, quien desde entonces cambió radicalmente su rutina pública, reduciendo su exposición y aumentando las medidas de seguridad personal. El caso también levantó cuestionamientos sobre la seguridad de las celebridades en eventos internacionales y el uso de redes sociales para compartir detalles de sus ubicaciones. El juicio actual, además de buscar justicia, reabre una herida pública en una figura cuya vida ha sido constantemente seguida por millones.