Un altercado entre un ciudadano y varios agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) ocurrió la tarde del miércoles en una transitada intersección del Distrito Nacional. El hecho tuvo lugar entre las calles Pepillo Salcedo y la avenida John F. Kennedy, cuando los agentes intentaban retener una motocicleta presuntamente en infracción, y su propietario se resistió, dando inicio a un forcejeo que rápidamente se tornó violento.

Un video que circula en redes sociales muestra cómo uno de los agentes intenta golpear al ciudadano con los puños, acción que fue respondida por el individuo, intensificando el enfrentamiento. Aunque no se ha confirmado si hubo detenidos, el suceso ha generado diversas reacciones en plataformas digitales, donde se cuestiona tanto el actuar del ciudadano como el uso de la fuerza por parte de los agentes. La Digesett no ha emitido una declaración oficial al respecto hasta el momento.

Crecen los enfrentamientos entre civiles y agentes de la Digesett

En los últimos años, se han registrado múltiples incidentes entre agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) y ciudadanos durante operativos de fiscalización. Muchos de estos enfrentamientos surgen por la resistencia de los conductores ante la retención de vehículos, especialmente motocicletas, lo que ha dado lugar a altercados físicos y verbales. Las redes sociales han sido escenario frecuente de la difusión de estos conflictos, evidenciando un creciente malestar entre la población por la forma en que se ejecutan algunos procedimientos.

A menudo, los ciudadanos denuncian que los agentes actúan con prepotencia, sin explicar adecuadamente las razones de la retención, o aplican fuerza excesiva en situaciones que podrían resolverse de manera pacífica. Por su parte, las autoridades argumentan que muchos conductores operan sin documentos, sin cascos, o violando normas de tránsito, lo que justifica sus acciones. Sin embargo, la frecuencia de estos enfrentamientos ha puesto sobre la mesa la necesidad de revisar los protocolos de intervención y promover una cultura de respeto mutuo entre los oficiales de tránsito y la ciudadanía.