Un tribunal francés condenó este miércoles a 20 años de prisión a Joël Le Scouarnec, un excirujano de 74 años, por haber violado y agredido sexualmente a 299 pacientes, de las cuales 256 eran menores de 15 años. Los crímenes ocurrieron entre 1989 y 2014, y muchos de ellos fueron cometidos mientras las víctimas estaban anestesiadas o justo después de salir de cirugías.
El excirujano, ahora retirado, confesó haber cometido los abusos a lo largo de más de dos décadas. Su caso ha sido descrito por medios y autoridades como uno de los más atroces de la historia judicial francesa, perfilándolo como uno de los mayores depredadores sexuales jamás juzgados en el país. La sentencia representa un momento de justicia para cientos de víctimas que vivieron años en silencio y dolor.
En otras noticias internacionales, la policía española detuvo a un presunto miembro de la banda Los Trinitarios, buscado por las autoridades británicas por un homicidio cometido el pasado 14 de abril. El sospechoso habría participado en una brutal emboscada junto a otros cinco miembros de la banda juvenil contra un joven rival, quien resultó con lesiones mortales. El detenido podría enfrentar cadena perpetua en el Reino Unido.
Mientras tanto, en Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva retomó sus labores oficiales este miércoles tras varios días de reposo debido a una infección en el oído. En Gaza, el primer día de operaciones del nuevo centro de distribución de ayuda en el sur terminó en tragedia: al menos una persona murió y 47 resultaron heridas durante una caótica avalancha de palestinos desesperados por comida.
Y en China, la demolición de un viejo puente de 1.15 km de largo ha causado asombro en redes sociales. La estructura fue demolida con explosiones controladas tan precisas que ni siquiera alteraron la superficie del agua cercana, preservando intacto un nuevo puente a solo tres metros de distancia. Un ejemplo de cómo hasta la destrucción puede hacerse con arte.