Miami, 30 de mayo de 2025 – El estado de Florida se convirtió en el primero de Estados Unidos en legalizar el uso de metales preciosos como medio de pago. El gobernador Ron DeSantis firmó una nueva ley que permitirá a los residentes realizar transacciones con monedas y lingotes de oro y plata certificados, una medida que entrará en vigor el 1 de julio de 2026.

La legislación estipula que no cualquier joya o artículo metálico será válido. Solo se aceptarán piezas debidamente certificadas, que estén marcadas con su peso exacto, nivel de pureza y lugar de fabricación o acuñación. Esto asegura transparencia y estandarización en las operaciones comerciales que utilicen estos metales como medio de intercambio.

El plan busca ofrecer una alternativa al dólar ante la incertidumbre económica y la inflación, ya que los metales preciosos tienden a aumentar su valor en tiempos de crisis. Además, la ley exime del impuesto estatal sobre las ventas a quienes adquieran lingotes o monedas certificadas dentro del estado.

Aunque aún quedan detalles por resolver como cómo proceder en pagos menores o fraccionados, se anunció que el próximo 1 de noviembre de 2025 se presentará un plan operativo con respuestas específicas, incluyendo cómo manejar situaciones en las que el valor del oro o plata exceda el monto de la compra.

Con esta medida, Florida se perfila como pionera en el regreso al valor tangible del dinero y lanza un mensaje claro frente a las preocupaciones sobre la política monetaria y la inflación en EE.UU.

Este cambio ha generado reacciones divididas. Por un lado, sectores conservadores y libertarios lo celebran como un paso hacia una economía más sólida y menos dependiente del sistema bancario tradicional. Por otro, algunos expertos advierten sobre los desafíos logísticos y de seguridad que implica manejar metales preciosos en transacciones cotidianas, así como la necesidad de infraestructura tecnológica y comercial para hacer viable esta forma de pago a gran escala.

Además, analistas señalan que esta ley podría tener implicaciones a nivel nacional, al inspirar a otros estados a seguir el mismo camino. En un contexto donde la confianza en el dólar ha sido cuestionada por las políticas expansivas de la Reserva Federal, el uso de oro y plata como dinero podría reabrir debates sobre el regreso parcial a un patrón metálico o a sistemas financieros paralelos que protejan el poder adquisitivo de los ciudadanos.