Un joven elefante marino de casi dos toneladas se convirtió en la inesperada atracción de los residentes de Gordon’s Bay, un suburbio costero cerca de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, al deambular tranquilamente por sus calles el martes. El animal fue captado por varios vecinos mientras pasaba junto a jardines, autos y hasta un centro comercial, completamente desorientado pero sin mostrar signos de agresividad. “Esto es increíble. Hola, amigo, ¿cómo llegaste aquí?”, exclamó una mujer que grabó uno de los videos que rápidamente se viralizó en redes sociales.
La escena movilizó a la policía local, una empresa de seguridad y finalmente a expertos en vida silvestre, quienes lograron sedar al elefante marino y trasladarlo en un remolque especial de regreso al océano. Las autoridades explicaron que el animal, posiblemente agotado y en riesgo de deshidratación, se había desviado demasiado de la costa como para regresar por su cuenta. Aunque no es frecuente, en ocasiones los elefantes marinos pueden perderse durante sus largos viajes migratorios, dando lugar a encuentros tan sorprendentes como este.
El elefante marino es un mamífero marino de gran tamaño perteneciente a la familia de las focas. Se caracteriza por su cuerpo voluminoso, su piel gruesa y arrugada, y en el caso de los machos adultos, una notable protuberancia nasal que se asemeja a la trompa de un elefante —de ahí su nombre. Existen dos especies: el elefante marino del norte (que habita en las costas del Pacífico Norte, principalmente entre California y México) y el elefante marino del sur (que vive en las regiones subantárticas, como las Islas Georgias del Sur y las costas de Argentina y Sudáfrica).
Estos animales pasan la mayor parte de su vida en el océano, buceando a grandes profundidades en busca de alimento como calamares y peces. En tierra firme solo se agrupan durante la temporada de reproducción o para mudar la piel. Son excelentes nadadores y pueden contener la respiración por más de una hora. A pesar de su aspecto torpe fuera del agua, son muy ágiles en el mar. Los machos pueden llegar a pesar más de 4 toneladas y medir hasta 6 metros, lo que los convierte en los pinnípedos más grandes del planeta.