Santo Domingo. – El Centro Cultural Taíno, Casa del Cordón, una iniciativa del Banco Popular Dominicano, ha registrado un notable impacto en su primer semestre de operaciones al recibir un total de 36,597 visitantes, consolidándose como un nuevo referente para la divulgación del patrimonio prehispánico en la Ciudad Colonial.

Del total de visitantes, 23,831 fueron del público general, mientras que 7,282 estudiantes de 72 centros educativos privados y 67 escuelas públicas participaron en visitas guiadas y actividades pedagógicas. Además, el centro recibió 5,484 turistas internacionales, demostrando su atractivo también para quienes visitan el país.

Como parte de su agenda cultural, el centro organizó 10 actividades abiertas al público, con una participación directa de unas 1,000 personas. Estas iniciativas promovieron el acceso al arte, el fortalecimiento del sentido comunitario y un mayor acercamiento a las expresiones culturales dominicanas.

Durante este mismo periodo, la Casa del Cordón formalizó su integración a redes culturales clave como Distrito Cultura y la Asociación de Propietarios y Residentes en la Ciudad Colonial, fortaleciendo su presencia dentro del ecosistema cultural nacional.

Con estos logros iniciales, el Centro Cultural Taíno, Casa del Cordón, reafirma su compromiso con la preservación del legado cultural dominicano y su difusión entre las nuevas generaciones.

Además de sus exposiciones permanentes sobre la historia y cosmovisión taína, la Casa del Cordón ha servido como punto de encuentro para talleres, charlas y experiencias educativas que enriquecen la oferta cultural de la Ciudad Colonial. Su propuesta museográfica innovadora ha captado el interés de docentes, artistas, estudiantes y familias enteras que buscan conocer más sobre las raíces indígenas del país.

El enfoque inclusivo del centro ha permitido también estrechar vínculos con comunidades locales y grupos culturales que ven en este espacio una plataforma para compartir saberes y tradiciones. Las actividades realizadas han destacado por su carácter participativo y su capacidad de conectar el pasado con los desafíos contemporáneos de la identidad dominicana.