Conneticut, EE.UU. – En respuesta a la creciente circulación de inyecciones fraudulentas para la pérdida de peso, el fiscal general de Connecticut presentó hoy la primera demanda legal contra una empresa con sede en Florida, acusada de comercializar productos ilegales e irregulares como alternativa a los escasos medicamentos originales Senic (Ozempic) y Wigobi (Wegovy).

La compañía en cuestión, Trigger Brand Band, enfrenta cargos por presuntamente violar la Ley de Prácticas Comerciales Desleales de Estados Unidos. Según el fiscal general, cada infracción podría costarle hasta 5,000 dólares en multas, abriendo la puerta a sanciones significativas si se comprueba un patrón sistemático de engaño al consumidor.

“El auge de productos ilegales y sin regulación en el mercado es una amenaza real para la salud pública”, advirtió el fiscal, subrayando que muchas personas están recurriendo a opciones peligrosas ante la falta de disponibilidad de los medicamentos aprobados por la FDA para tratar la obesidad y la diabetes tipo 2.

Además de esta acción judicial, la oficina del fiscal confirmó que está investigando una plataforma de comercio internacional sospechosa de facilitar la venta de medicamentos no autorizados, lo que podría derivar en nuevas acciones legales en los próximos días.

La escasez de medicamentos originales ha impulsado un mercado clandestino de productos “alternativos” promocionados como iguales o mejores, pero sin supervisión médica ni aprobación legal. Autoridades sanitarias han alertado que estas versiones ilegales podrían contener sustancias peligrosas o dosis inexactas, poniendo en riesgo la vida de los consumidores.

Medicamento GLP-1

Los medicamentos agonistas del receptor GLP-1 (glucagon-like peptide-1) son una clase de fármacos originalmente desarrollados para tratar la diabetes tipo 2, pero que han ganado notoriedad por su eficacia en la pérdida de peso. Funcionan imitando la acción de una hormona intestinal que estimula la producción de insulina, reduce el apetito y enlentece el vaciado gástrico. Entre los más conocidos están semaglutida (comercializada como Ozempic o Wegovy) y liraglutida (Victoza o Saxenda). Estos medicamentos ayudan a mejorar el control glucémico, pero también se han convertido en una herramienta poderosa contra la obesidad, incluso en personas sin diabetes.

Sin embargo, el uso de GLP-1 no está exento de riesgos ni controversias. Pueden causar efectos secundarios como náuseas, vómitos, diarrea y, en algunos casos, pancreatitis. Además, su costo elevado y la demanda creciente han generado preocupaciones sobre su accesibilidad y uso ético, especialmente cuando se prescriben con fines puramente estéticos. A pesar de esto, los expertos coinciden en que, bajo supervisión médica adecuada, estos medicamentos representan un avance significativo en el tratamiento del sobrepeso y las enfermedades metabólicas.