Durante un acto celebrado en honor al expresidente Ulises Francisco Espaillat, el presidente Luis Abinader resaltó la importancia de la juventud en la construcción de una sociedad ética, subrayando que la transparencia debe ser un valor no negociable tanto en la vida pública como privada.
“El país necesita de una juventud comprometida con principios firmes. Desde que asumimos esta responsabilidad de gobierno, lo hemos tenido claro: no hay democracia posible sin transparencia, no hay progreso legítimo sin ética”, afirmó Abinader.
El mandatario insistió en que su administración ha hecho de la transparencia una práctica constante, más allá de simples discursos. “Nuestro gobierno ha tenido claro desde el primer día que la transparencia no es un discurso, es una práctica diaria”, enfatizó.
El evento reunió a cientos de jóvenes de distintos sectores sociales, todos comprometidos con la promoción de valores éticos en sus comunidades. La convocatoria estuvo dedicada a la memoria de Ulises Francisco Espaillat, presidente dominicano recordado por su integridad y firme defensa de los valores democráticos.
Abinader destacó que la participación activa de los jóvenes en los procesos sociales y políticos es esencial para consolidar una cultura de rendición de cuentas y responsabilidad. Señaló que el país atraviesa un momento clave en el que las nuevas generaciones deben asumir un liderazgo basado en principios éticos y en el servicio al bien común.
“Ustedes, los jóvenes, tienen en sus manos el presente y el futuro de la nación. Su energía, su idealismo y su compromiso son el motor que puede transformar al país en un modelo de institucionalidad y justicia”, expresó el presidente ante los asistentes.
Durante el acto, varios jóvenes compartieron experiencias de proyectos comunitarios y de incidencia social enfocados en la promoción de la transparencia, la justicia social y el desarrollo sostenible. La jornada concluyó con un llamado colectivo a seguir fortaleciendo una cultura ética que supere el clientelismo y la corrupción, y que coloque al ser humano y su dignidad en el centro de las decisiones públicas.