José Alfredo, quien padece insuficiencia renal terminal y necesita un trasplante de riñón, había sido objeto de un intenso esfuerzo por parte de su hermano José Gregorio para salvarle la vida. Sin embargo, el acto altruista de José Gregorio se vio amenazado cuando fue arrestado por las autoridades migratorias de EE.UU. mientras intentaba donar el órgano para salvar a su hermano.
José Gregorio González, quien había llegado a EE.UU. desde Venezuela con el propósito de donar un riñón a su hermano, fue detenido bajo custodia migratoria debido a una orden de deportación pendiente. Este hecho generó desesperación en la familia, que solicitó su liberación por razones humanitarias, ya que su presencia era crucial para la salud de José Alfredo, quien requiere diálisis tres veces a la semana mientras espera un trasplante.
Afortunadamente, un juez de inmigración en las últimas horas dictó una orden de liberación para González, quien tiene previsto salir del centro de detención este viernes. La noticia fue recibida con gran alegría por su hermano, quien expresó su emoción a los medios: “Me siento muy feliz, alegre, es algo inexplicable, demasiado feliz, de verdad no tengo palabras. Me volvió la vida”, señaló.
José Gregorio, de 43 años, había intentado ingresar a EE.UU. en dos ocasiones antes de que su solicitud fuera aprobada. Después de un primer intento fallido, en el que fue rechazado tras no pasar la entrevista de “miedo creíble”, finalmente logró ingresar al país a finales de 2023 gracias a una aplicación creada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Sin embargo, debido a una orden de deportación previa, fue detenido, aunque finalmente se le permitió vivir con su hermano bajo una orden de supervisión.
El alivio temporal que ha experimentado José Gregorio permitirá que continúe ayudando a su hermano en su tratamiento de diálisis y, en un futuro cercano, sea el donante que le dé una nueva oportunidad de vida. A pesar de que el proceso migratorio de González aún no ha sido resuelto por completo, esta victoria judicial ha sido un rayo de esperanza para la familia, que espera que pronto puedan llevar a cabo el trasplante que podría salvar la vida de José Alfredo.