María Elena Núñez cuestionó este miércoles el papel de la comunidad internacional ante la profunda crisis que atraviesa Haití, contrastándolo con la intensa presión que reciben las autoridades dominicanas cada vez que implementan medidas para controlar la migración irregular y fortalecer la soberanía nacional.
¿Qué ha hecho la comunidad internacional por Haití? inició la comunicadora durante su intervención en el programa El Sol de la Mañana. A su juicio, la inacción de los organismos internacionales ante la descomposición institucional del vecino país es tan evidente como preocupante.
María Elena respaldó las recientes 15 medidas anunciadas por el presidente Luis Abinader para enfrentar la crisis migratoria, señalando que, si bien no son perfectas, representan una respuesta necesaria ante la situación actual. Enfatizó que el Estado dominicano tiene el derecho y el deber de proteger sus recursos y servicios, especialmente cuando estos se ven presionados por el alto número de ciudadanos extranjeros que acceden a ellos sin regularización.
Asimismo, criticó fuertemente la postura de Amnistía Internacional, que exigió la suspensión inmediata del protocolo hospitalario que regula la atención a pacientes sin documentación. Según la organización, dicho protocolo “viola el derecho a la salud” y puede “disuadir a personas vulnerables de acudir a centros médicos”.
Ante esto, María Elena respondió: “Aquí nadie niega la atención médica. Se atiende, tengan o no documentos. Pero luego de la atención, si no tienen cómo demostrar su estatus legal, deben retornar a su país. Eso es un derecho soberano”.
También expresó preocupación por el sesgo que a su entender muestran ciertos sectores internacionales, que hacen poco o nada por resolver la crisis haitiana, pero sí son rápidos en condenar cualquier acción tomada por el Estado dominicano. “Se está deshumanizando al pueblo dominicano, se les exige más de lo que puede ofrecer, mientras no se exige nada a quienes tienen más capacidad de respuesta”, agregó.
Finalmente, hizo un llamado a la unidad del liderazgo político nacional ante este tema, destacando que se trata de un asunto de país y no de partido. “Este es un tema vital, y el presidente debería formalizar el llamado a la oposición para integrarse a una política migratoria consensuada”, concluyó.