Jhonatan Liriano calificó el ruido como una “tragedia maquillada” y una de las formas más graves de violencia normalizada en la sociedad dominicana, durante una intervención en un programa de opinión.
“El ruido es una tragedia nacional. Es una agresión que sufren miles de personas todos los días del año, pero que en este país se justifica, se normaliza y hasta se premia”, expresó Liriano.
De acuerdo con el comunicador, esta problemática no solo afecta el descanso de las personas, sino también la calidad de vida, la convivencia familiar, el rendimiento académico y la salud mental de la población. “Quien no puede dormir, quien no puede estudiar, quien no puede compartir con su familia en paz, está siendo violentado”, afirmó.
Liriano comparó el análisis del ruido con un diagnóstico médico. “A veces creemos que el problema es superficial, pero la raíz está en otro lugar. Así como una mancha en la piel puede reflejar un problema en los riñones, el ruido revela una distorsión profunda del orden social”.
El periodista también criticó que algunos artistas y comunicadores promuevan la cultura del ruido como un elemento folclórico, cuando en realidad según sus palabras “se trata de una perversión que atenta contra el derecho de los demás”.
Citó cifras alarmantes: cada semana se reciben más de 12,000 denuncias por ruido en el 911, lo que representa más de 37,000 personas afectadas semanalmente. “No hay otro acto delictivo en el país que genere tantas denuncias como el ruido”, aseguró.
Liriano también recordó que el marco legal dominicano contempla sanciones claras para este tipo de agresión, a través de la Ley 90-19, que modifica la Ley 287-04, incluyendo multas, prisión y la incautación de equipos o vehículos utilizados para generar ruido.
Finalmente, denunció que el ruido también es una forma de privatización del espacio público que afecta especialmente a los más pobres. “Tú vas a una playa pública y dos personas con una bocina te roban el derecho a estar tranquilo. Eso es violencia, y es doble tragedia cuando ocurre en los pocos espacios accesibles para los más vulnerables”.