La administración de Donald Trump ha decidido no ampliar la cobertura de medicamentos para la obesidad en los programas públicos de salud como Medicare y Medicaid, una propuesta planteada por el gobierno de Joe Biden en noviembre. Expertos en salud pública habían argumentado que esta medida habría permitido a millones de estadounidenses acceder a tratamientos efectivos para la obesidad, lo cual podría haber tenido un impacto positivo en la salud pública del país.
El rechazo a esta propuesta ha generado controversia, especialmente entre pacientes como Kaiser Vallecillo, quien había esperado contar con cobertura para medicamentos que han mejorado su salud. Vallecillo, quien ha logrado perder peso y controlar su prediabetes, expresó su frustración por la decisión, señalando que, sin la cobertura, está sacrificando su salud para costear los tratamientos.
Aunque el gobierno Trump justifica su decisión por el ahorro proyectado de 35 billones de dólares en los próximos 10 años, expertos en salud señalan que el costo anual de la obesidad en EE. UU. es de 425 billones de dólares, lo que pone en duda la viabilidad de esta medida. La decisión no solo afecta a los beneficiarios de Medicare y Medicaid, sino que también podría influir en los seguros privados, que suelen seguir las pautas de los programas públicos. Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid han dejado la puerta abierta a reconsiderar la medida en el futuro.