Washington D.C. – Según los últimos datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los nacimientos en Estados Unidos aumentaron un 1% en 2024, con más de 3.6 millones de bebés nacidos. Este incremento, aunque positivo, sigue siendo insuficiente, ya que la tasa de natalidad permanece en 1.6 nacimientos por mujer, muy por debajo del umbral de 2.1 necesario para mantener estable la población del país. Esta tendencia, que comenzó tras la Gran Recesión de 2007, ha preocupado a los expertos en demografía y salud pública.

Mientras tanto, médicos y organizaciones de salud, como la Asociación Estadounidense del Pulmón, han expresado su preocupación por las políticas ambientales de la administración Trump. El plan de flexibilizar las regulaciones ambientales y recortar fondos para investigaciones sobre la calidad del aire podría agravar aún más una situación ya crítica. Según el informe más reciente, casi 156 millones de estadounidenses, casi la mitad de la población, viven expuestos a niveles peligrosos de ozono, contaminación por partículas finas o ambos.

Este informe, que abarca el período de 2021 a 2023, incluye la peor temporada de fuegos forestales en Canadá, que contribuyó significativamente a la contaminación del aire en varias regiones de EE.UU. Los expertos advierten que la mala calidad del aire está estrechamente vinculada a problemas respiratorios y cardiovasculares, lo que podría tener un impacto negativo en la salud pública y en las tasas de natalidad.

Aunque el pequeño aumento en los nacimientos podría sugerir una leve recuperación, los retos sociales y ambientales continúan siendo barreras para el bienestar de las familias estadounidenses. A medida que la calidad del aire empeora y las políticas gubernamentales parecen no priorizar la salud pública, el futuro demográfico del país sigue siendo incierto.