En un sorprendente avance de la biotecnología, un grupo de científicos ha logrado clonar lobos gigantes, una especie que desapareció hace aproximadamente 13,000 años. Este logro, alcanzado por el equipo de Colossal Bioscience, ha desatado un intenso debate sobre los límites de la ciencia, la ética y las implicaciones ecológicas de traer de vuelta una especie extinta.

Los lobos gigantes, antecesores de los lobos modernos, eran hasta un 25% más grandes que sus descendientes actuales, con un pelaje más denso y un peso que podía superar las 140 libras. Desaparecieron durante la última glaciación, pero los científicos han utilizado su ADN recuperado de fósiles de 13,000 y 72,000 años de antigüedad para intentar revivirlos. Este proceso ha sido denominado como “desextinción” y consiste en la clonación y edición genética de especies extintas.

El equipo liderado por Rómulo y Remo, dos cachorros clonados de lobos gigantes, es el resultado de un arduo proceso que implicó la edición de 20 genes del lobo gris para acercarse lo más posible al ADN original de los lobos gigantes. Los embriones editados fueron implantados en madres sustitutas caninas, y de esta manera nacieron tres cachorros saludables: dos machos de seis meses y una hembra de tres meses, llamada Calisi.

El director de Colossal Bioscience, Ben Lamm, aseguró que la meta de su equipo es “hacer de la extinción algo del pasado”, destacando que esta tecnología podría ser utilizada en el futuro para ayudar a conservar especies en peligro de extinción. Sin embargo, el proceso ha generado una gran cantidad de cuestionamientos dentro de la comunidad científica.

Muchos expertos en biología y genética han señalado que revivir una especie extinta podría ser biológicamente inviable, ya que una especie es el producto de miles de años de evolución en un ambiente específico. La reincorporación de un animal ya extinto podría generar un desajuste en los ecosistemas actuales, donde estos animales ya no cumplirían las mismas funciones ecológicas.

“El verdadero desafío ético y ecológico es ¿qué hacemos con estos animales una vez que los revivimos? ¿Los mantenemos como una atracción en zoológicos o como mascotas? ¿Tienen aún un rol en los ecosistemas modernos?”, cuestionó Dr. Ana Torres, bióloga y experta en conservación. Según ella, la verdadera prioridad debería ser conservar los ecosistemas actuales para evitar la extinción de especies que ya están en peligro.

La polémica sobre la desextinción no solo aborda los dilemas científicos y éticos, sino también los prácticos. Traer de vuelta especies extintas podría desviar recursos de la conservación de especies que están al borde de la extinción en el presente, como el tigre de Sumatra o el rinoceronte negro, cuyas poblaciones siguen disminuyendo.

A pesar de las críticas, el proyecto ha abierto nuevas posibilidades en el campo de la biotecnología, y muchos se preguntan si este será el futuro de la conservación o si estamos cruzando una línea peligrosa en la intervención humana en la naturaleza. Los científicos de Colossal Bioscience aseguran que su tecnología podría revolucionar la forma en que abordamos la conservación de especies y las enfermedades genéticas, pero también advierten que “la naturaleza tiene sus propios ritmos”.