Un equipo de investigadores del Imperial College de Londres está desarrollando nuevas formas de alimentar a las tripulaciones durante misiones espaciales de larga duración. Con el respaldo del fondo Betsos for Earth, el proyecto se enfoca en soluciones sostenibles y eficientes, como el uso de Spaceelab, una innovadora “tecnología de laboratorio en una caja” capaz de cultivar células de levadura comestibles en el espacio.

Esta levadura cultivada puede ser recolectada, procesada y consumida como alimento, representando una fuente prácticamente inagotable para las futuras misiones interplanetarias. La iniciativa, que parece salida de una caricatura futurista, tiene como objetivo resolver uno de los mayores desafíos de los viajes espaciales: la autonomía alimentaria.