Vaticano – En un giro inesperado y polémico, el cardenal italiano Angelo Becciu, condenado en 2020 por un escándalo de corrupción dentro de la Santa Sede, se presentó este martes en el pre cónclave del Vaticano, exigiendo participar en la elección del sucesor del papa Francisco, a pesar de haber sido suspendido por el propio pontífice.
Becciu, originario de la isla de Cerdeña y considerado en su momento uno de los hombres de mayor confianza del papa Francisco, fue hallado culpable por un tribunal vaticano de malversar 150 millones de dólares mediante una operación fraudulenta de compra de un edificio en Londres. Según las autoridades, gran parte del dinero fue desviado a familiares del cardenal, lo que provocó la indignación del pontífice, quien lo despojó personalmente de todos sus privilegios como purpurado y le prohibió participar en el cónclave.
Sin embargo, durante el encuentro preliminar de cardenales, Becciu sorprendió a todos al presentarse y alegar que su condena aún no está firme, ya que se encuentra en proceso de apelación. “Nadie me puede negar el derecho a estar aquí”, habría dicho ante la mirada atónita de sus colegas. El incidente ha generado un revuelo dentro del Vaticano y reabre el debate sobre los límites de la participación eclesiástica de altos cargos involucrados en escándalos judiciales.