Óscar Medina, quien criticó duramente a estos individuos por exigir el derecho a operar bocinas de alto volumen en las calles. La polémica surge en medio de una cruzada del Ministerio de Interior y Policía, liderado por Faride Raful, para combatir la contaminación sónica en diversas comunidades.

Los protestantes, vinculados a la instalación de equipos de sonido en vehículos de alta potencia, reclaman que los operativos policiales atentan contra su “forma de trabajo“. Sin embargo, Medina arremetió contra ellos, calificando sus actividades como una amenaza al orden público y señalando que la exposición constante a altos niveles de ruido afecta la salud y el bienestar de la población.

La ministra Raful ha reiterado que su gestión está enfocada en reducir la contaminación sónica, la cual, según estudios, puede incrementar los niveles de violencia y estrés en las comunidades. La iniciativa ha recibido apoyo de sectores de la sociedad, que demandan mayor control sobre el ruido excesivo en espacios públicos y residenciales.

La Policía Nacional, en conjunto con el Ministerio de Interior, ha intensificado las incautaciones de equipos de sonido ilegales y reforzado la supervisión en áreas críticas del país. A pesar de las protestas de los denominados “musicólogos“, las autoridades aseguran que seguirán aplicando la ley para garantizar la tranquilidad y seguridad de los ciudadanos.

El debate sobre la contaminación sónica y su impacto en la convivencia continúa en el país, mientras las medidas gubernamentales avanzan en la regulación de los niveles de ruido en espacios urbanos.