Dallas, Texas – Este fin de semana, miles de personas se unieron en una marcha pacífica en el corazón de Dallas para rechazar las políticas migratorias del presidente Donald Trump. La protesta, organizada por la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) y otros grupos pro-inmigrantes, convocó a un gran número de manifestantes con pancartas y una enorme bandera de Estados Unidos, quienes exigieron un trato más humano para los inmigrantes.

Los manifestantes se mostraron firmes en su lucha por los derechos de los inmigrantes indocumentados, pidiendo una reforma migratoria integral que beneficie a millones de personas que viven en el país sin documentos. “Estamos aquí luchando por los inmigrantes, por las familias, por los soldados que quieren deportar“, expresó uno de los asistentes.

Uno de los momentos más conmovedores de la marcha fue el testimonio de Marbella Carranza, madre de Jocelyn Rojo, quien se suicidó debido al temor de que sus padres fueran deportados. “Solo pido que sigamos luchando unidos por esta causa y que la muerte de mi hija no sea en vano“, dijo Carranza entre lágrimas, describiendo el profundo impacto del miedo a la deportación en la vida de los menores de edad.

La manifestación también fue una respuesta a las recientes redadas migratorias, como la ocurrida en una fábrica de pinturas de metal, donde agentes federales arrestaron a varios trabajadores, entre ellos el padre de Gabriela Hernández, quien fue trasladado encadenado pese a no haber cometido ningún delito.

El congresista Al Green, crítico de las políticas de Trump, también participó en el evento, reiterando la necesidad de frenar la criminalización de los inmigrantes y urgió al Congreso a actuar en favor de una reforma migratoria justa. Además, se anunció otra marcha para el 1 de mayo en Los Ángeles, donde se insistirá en la necesidad de detener las detenciones y deportaciones masivas, subrayando la importancia de una reforma migratoria que respete la dignidad humana de todos.