La líder de extrema derecha en Francia, Marine Le Pen, ha sido condenada por un tribunal francés a una pena de cuatro años de prisión, dos de los cuales deberá cumplir con un brazalete electrónico. La sentencia se deriva de un caso de desvío de fondos del Parlamento Europeo, los cuales fueron presuntamente utilizados para financiar actividades de su partido político, el Agrupamiento Nacional.
Además de la condena penal, Le Pen ha sido inhabilitada durante cinco años, lo que le prohíbe ocupar cargos públicos en ese período. Esta decisión judicial tiene graves implicaciones para sus ambiciones políticas, dejándola fuera de la carrera presidencial de 2027.
La sentencia ha generado una gran controversia en Francia, pues muchos consideran que este fallo pone fin a la influencia política de Le Pen, una de las figuras más destacadas de la extrema derecha europea.