Manuel Cruz afirmó que “la gente en Friusa son los que más papeles tienen por cuestiones de trabajo“, destacando la regulación migratoria en esta localidad vinculada a la industria turística. Sus declaraciones surgen en el contexto de un análisis sobre la crisis migratoria entre República Dominicana y Haití, un tema que ha generado debates a nivel nacional.

Cruz inició su discurso agradeciendo el apoyo recibido en San Juan de la Maguana y Maimón durante sus recientes visitas. Resaltó la hospitalidad del alcalde Lenin de la Rosa y su esposa, Yamalez, así como de la comunidad en general.

En su análisis, Cruz hizo referencia a un artículo que publicó en 2012 titulado “El último recurso domínico-haitiano“, donde anticipaba que la falta de control migratorio podría provocar una reacción de hartazgo en la población dominicana. En este sentido, destacó la reciente marcha organizada por Angelo y la Antigua Orden, reconociendo su valor como un llamado de atención al liderazgo político del país.

No obstante, el analista explicó por qué decidió no participar en la marcha, argumentando que el problema migratorio debe abordarse desde una perspectiva geopolítica y no solo con manifestaciones locales. Planteó la necesidad de llevar estas protestas ante organismos internacionales como el G7 y las Naciones Unidas, señalando que las potencias extranjeras tienen responsabilidad en la situación haitiana.

Asimismo, Cruz enfatizó que el problema de la migración irregular no se limita a los haitianos, sino que involucra a ciudadanos de diversas nacionalidades. Subrayó que la contratación de extranjeros sin documentación adecuada es facilitada por sectores empresariales, lo que perpetúa la situación.

Con su discurso, Manuel Cruz reitera la necesidad de una solución estructural para la crisis migratoria y hace un llamado a los líderes políticos a tomar medidas concretas en lugar de recurrir a discursos vacíos. “Si no están en capacidad de resolver este problema, no aspiren y váyanse”, concluyó.