En un hecho estremecedor ocurrido la madrugada del 13 de septiembre de 2024, Nicholas Prosper, un joven de 19 años, asesinó a su madre, Juliana Falcon, de 48 años, a su hermana Giselle, de 13 años, y a su hermano Kyle, de 16 años, en su apartamento en Luton, Reino Unido. Prosper, que se declaró culpable de los asesinatos en febrero, utilizaría una escopeta de caza para llevar a cabo su macabro plan, que también incluía un intento de masacre en su antiguo centro educativo.

Según la investigación, el adolescente había planeado asesinar a su familia mientras dormían y luego dirigirse a la Saint Joseph’s Catholic School, en Luton, con el objetivo de matar a 30 niños de entre cuatro y cinco años y a dos maestros. Su intención era suicidarse después de cometer la matanza. Sin embargo, su madre se despertó alrededor de las 4:30 a.m., interrumpiendo los planes del joven, quien, en un arrebato de violencia, disparó primero contra ella, luego contra su hermana Giselle y, finalmente, contra su hermano Kyle. Además, el joven apuñaló a su hermano más de 100 veces.

Afortunadamente, Prosper no pudo llevar a cabo el segundo tramo de su plan, ya que era demasiado temprano para ir a la escuela y la policía lo arrestó dos horas después del crimen. Durante el juicio, se reveló que el adolescente buscaba la notoriedad y la fama a través de su ataque, inspirado por el infame tiroteo de la escuela primaria Sandy Hook, ocurrido en 2012 en Estados Unidos, en el que Adam Lanza mató a 27 personas, incluidos niños y maestros, antes de suicidarse.

“Buscaba la notoriedad. Usted quería ser reconocido como el asesino escolar más notorio del siglo XXI”, afirmó el juez Bobbie Cheema-Grubb al pronunciar la sentencia. Prosper, que también admiraba a Adam Lanza, se ha enfrentado a una sentencia de al menos 49 años de prisión, sin posibilidad de libertad condicional.

El caso ha conmocionado a la comunidad de Luton y ha abierto un debate sobre los peligros de la influencia de figuras como Lanza en jóvenes vulnerables. Las autoridades han expresado su preocupación por el creciente número de incidentes inspirados por tiroteos escolares a nivel mundial.