República Dominicana se prepara para la llegada de un nuevo procurador general en medio de expectativas sobre el futuro de la administración de justicia. La magistrada Miriam Germán Brito, quien estuvo al frente de la Procuraduría General de la República, enfocó su gestión en el combate al crimen organizado, la corrupción y otros delitos de alto impacto.
Su administración estuvo marcada por el destape de numerosos expedientes que involucraron a exfuncionarios y otras figuras de relevancia. Entre los casos más notorios se encuentran Pulpo, Coral, Coral 5G, Medusa, Calamar, Gavilán y Pandora, todos relacionados con corrupción. En el ámbito del narcotráfico y crimen organizado, se manejaron expedientes como Falcón, FM, Caimán, Mental Blanco, Halcón 4 y Pantera 7. También se destacaron investigaciones por estafas como Discovery, Discovery 0.2, Nido y Guepardo.
No obstante, su gestión ha sido objeto de críticas. Algunos abogados consideran que se enfocó exclusivamente en perseguir delitos sin invertir en la construcción de nuevas infraestructuras judiciales o carcelarias. Se señala que, durante su mandato, no se construyó ninguna cárcel nueva, lo que generó preocupación sobre el hacinamiento en los centros penitenciarios. En particular, se menciona la falta de una cárcel para mujeres en Pedernales, obligando a trasladar a las reclusas a otras provincias.
Para algunos juristas, la magistrada logró reforzar la independencia del Ministerio Público y encauzar investigaciones de alto perfil. Sin embargo, otros argumentan que su desempeño dejó mucho que desear, especialmente en lo que respecta a garantizar una justicia equitativa para todos los ciudadanos.
A medida que el país espera la designación del nuevo procurador, el debate sobre la dirección futura del sistema judicial dominicano sigue abierto.