Ciudad de México – En un hecho histórico, el gobierno de México extraditó este jueves a Estados Unidos a 29 presuntos narcotraficantes, entre los que se encu

entra Rafael Caro Quintero, líder del extinto Cártel de Guadalajara y acusado del secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985.

La noticia se hizo pública justo antes de la reunión entre el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, y el canciller de México, Juan Ramón de la Fuente, lo que subraya la importancia del operativo como parte de la cooperación bilateral en seguridad.

Según informó la Fiscalía General de la República, los 29 extraditados se encontraban en distintos centros penitenciarios del país y eran requeridos por la justicia estadounidense por su presunta vinculación con organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas y otros delitos.

Entre los extraditados destacan también Miguel Ángel Treviño Morales, alias “El Z-40”, y Omar Treviño Morales, alias “El Z-42”, fundadores del cártel de Los Zetas, así como Vicente Carrillo Fuentes, alias “El Viceroy”, líder del Cártel de Juárez. Además, figura Antonio Ceguera Cervantes, operador financiero y logístico del Cártel de Jalisco Nueva Generación.

El traslado de estos individuos se realizó bajo estrictos protocolos institucionales y en respuesta a una solicitud del Departamento de Justicia de EE.UU. Especialistas en seguridad señalan que no recuerdan una extradición masiva de esta magnitud en la historia reciente de México.

La medida ocurre en medio de las presiones del gobierno de Donald Trump, que ha amenazado con imponer aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas si no se refuerzan los esfuerzos para contener el flujo migratorio y el tráfico de fentanilo. Sin embargo, el Departamento de Justicia estadounidense no mencionó un reconocimiento directo al gobierno mexicano en su comunicado, limitándose a informar que los extraditados ya se encuentran bajo custodia en EE.UU.

El exagente de la DEA Mike Vigil, quien trabajó con Kiki Camarena en la década de los 80, señaló que la extradición de Caro Quintero representa el cierre de un ciclo de décadas de esfuerzos por llevarlo ante la justicia estadounidense. Según Vigil, esta acción refleja la disposición de la presidenta Claudia Sheinbaum para cooperar con EE.UU. en el combate al crimen organizado.

“Sheinbaum ha demostrado valentía e inteligencia. No creo que esta extradición sea resultado de la presión de Trump, sino de una voluntad genuina de colaboración”, declaró Vigil.

Con esta operación, el gobierno de México refuerza su postura en la lucha contra el narcotráfico y abre una nueva etapa en la cooperación con Estados Unidos en materia de seguridad.