El economista Daniel Lacalle ha denunciado públicamente el alarmante nivel de fraude y gastos innecesarios en la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Según sus investigaciones, el fraude en la entidad ya supera los 1,000 millones de dólares y, a medida que se revelan más datos, la magnitud del derroche es cada vez más preocupante.

Lacalle destaca que los demócratas han reaccionado inmediatamente para frenar cualquier análisis sobre el gasto improductivo y la corrupción en USAID. En sus palabras, se trata de “un auténtico pozo de corrupción” financiado con los impuestos de los ciudadanos estadounidenses.

Entre los gastos más cuestionables, Lacalle menciona:

  • $880,000 para un centro LGTBI en Bratislava, Eslovaquia.
  • $1.4 millones en gastos para inmigrantes en la frontera sur.
  • $15 millones en profilácticos para los talibanes.
  • $1 millón para promover grupos LGTBI francófonos en África occidental.
  • $26,600 para un show de Drag Queens en Ecuador.
  • $3.2 millones para inmigrantes en Túnez.
  • $16,500 para fomentar una conversación queer feminista en Albania.

Lacalle señala que, además del gasto excesivo en proyectos ideológicos, USAID ha canalizado millones de dólares a medios de comunicación como la BBC, financiando así una narrativa alineada con la izquierda radical.

Según el economista, estas cifras solo representan la punta del iceberg. Asegura que USAID ha sido instrumental en la propagación de una agenda neomarxista a nivel mundial, disfrazada de diversidad, equidad e inclusión. Además, subraya que la administración Biden ha permitido este despilfarro mientras el ciudadano estadounidense promedio sufre el impacto de la inflación y el aumento de impuestos.

En respuesta a estas revelaciones, el Departamento de Eficiencia Gubernamental ha identificado $75,000 millones en recortes de gastos innecesarios. Lacalle insta a los contribuyentes a mantenerse informados y exigir transparencia en el uso de sus impuestos, para frenar el despilfarro y la corrupción que han marcado la gestión de USAID en los últimos años.