La administración Trump ha ordenado la noche de este jueves,  el despido de empleados federales que se encuentran en periodo de probatoria, es decir, aquellos con un máximo de dos años en sus cargos. Según NBC News, esta medida afecta a aproximadamente 220,000 personas. Hasta ahora, unos 75,000 trabajadores han aceptado renunciar bajo un programa de compensación que cubre su salario hasta septiembre.

Según informaciones, muchos empleados prefieren mantener el anonimato por temor a represalias. “Todos tienen miedo. No quieren perder sus trabajos”, comentó una empleada federal cuya identidad fue protegida durante la entrevista.

El programa fue implementado como parte de una estrategia encabezada por Elon Musk, jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental, quien recibió la misión de reducir el tamaño del gobierno federal. “La inscripción de 75,000 empleados en el programa ahorrará millones a los contribuyentes”, afirmó una portavoz de la Casa Blanca.

Algunos empleados del Departamento de Educación han denunciado el uso de aparatos de ruido para vigilar sus conversaciones, según reportes de CNBC. Este departamento ha sido señalado como uno de los principales objetivos de la administración.

A pesar de la presión del Ejecutivo, solo el Congreso tiene la autoridad de crear o cerrar agencias gubernamentales, lo que podría llevar a nuevas disputas legales en los próximos días. Además, la administración enfrenta otro desafío: el gobierno se quedará sin fondos para seguir operando a partir del 14 de marzo, y cualquier gasto posterior deberá ser aprobado por el Congreso.

Los empleados federales aseguran estar decididos a dar la pelea y continuar yendo a trabajar, aunque las tensiones en Washington no dejan de aumentar.