Diversos sectores han instado al gobierno dominicano a aprovechar la visita al país del secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, para exigir un trato más digno y humanitario en las repatriaciones de dominicanos. La preocupación ha crecido en medio de redadas migratorias que han generado temor entre la diáspora dominicana, incluidos residentes legales en Estados Unidos.

Según la exembajadora de República Dominicana en EE.UU., las repatriaciones de dominicanos indocumentados no son un fenómeno nuevo, ya que han ocurrido regularmente durante años. Informó que, en ocasiones, se han registrado hasta cuatro vuelos semanales con deportados.

Representantes de la sociedad civil han pedido al gobierno dominicano que exija a Estados Unidos el respeto a los derechos humanos de los detenidos en las redadas. También han sugerido la creación de programas de reinserción laboral para los deportados, a través del Ministerio de Trabajo y otras instituciones como INFOTEP y universidades.

El partido Opción Democrática se sumó al llamado, destacando la urgencia de medidas concretas para proteger a los dominicanos en EE.UU. y brindar acompañamiento a quienes estén en proceso de deportación. Desde que comenzaron las redadas migratorias bajo la administración de Donald Trump, más de 4,500 extranjeros han sido detenidos, incluyendo dominicanos.

En respuesta, el gobierno dominicano ha conformado una comisión de abogados a través del Ministerio de Relaciones Exteriores para asistir legalmente a los dominicanos indocumentados sin antecedentes penales. Según el cónsul general en Nueva Jersey, José Santana Bertico, los operativos de inmigración continúan en diversas ciudades.

El miedo entre la comunidad dominicana se ha extendido incluso en Puerto Rico, donde las recientes redadas han impactado la actividad comercial. Comerciantes y trabajadores informales han expresado su preocupación, temiendo perder sus medios de sustento debido a la ausencia de clientes. Residentes locales han instado a la administración de EE.UU. a proporcionar alternativas de regularización en lugar de intensificar las deportaciones.

A medida que se espera la continuidad de estas redadas, los sectores afectados permanecen en incertidumbre sobre el futuro de la comunidad migrante dominicana en Estados Unidos.