Este año, cerca de 30,000 vehículos han ingresado a las calles de la República Dominicana, exacerbando el ya grave problema de congestión vehicular. Con un parque vehicular que supera las 6 millones de unidades, el crecimiento desproporcionado de vehículos no está siendo acompañado de las infraestructuras necesarias para aliviar el tránsito. Las calles, avenidas y autopistas del país siguen siendo las mismas, sin una planificación adecuada que contemple túneles, elevados ni nuevas vías de desahogo.

La venta de vehículos se ha incrementado gracias a las grandes ferias de autos, que en total generaron cerca de 30,000 millones de pesos en ventas. Sin embargo, las autoridades no están tomando medidas para retirar los vehículos viejos de circulación, lo que contribuye a la saturación del tráfico. “Cada año, cientos de miles de vehículos llegan al país y muy pocos son sacados de circulación”, señala Junior Trinidad, experto en movilidad urbana.

A pesar de que en los últimos años se ha incentivado la compra de vehículos híbridos y eléctricos, que suman más de 4,000 millones de pesos en financiamiento, los beneficios en términos de movilidad son limitados. Las autoridades no han avanzado en la construcción de nuevas infraestructuras de transporte, lo que genera una proyección sombría para el futuro. Si no se toman decisiones urgentes, la congestión y el caos vehicular se incrementarán aún más, afectando tanto la calidad de vida de los ciudadanos como el medio ambiente.

Para evitar un colapso del sistema, se propone que el gobierno tome acciones para limitar temporalmente las ferias de vehículos y aplique la Ley 6317, que establece la retirada de vehículos obsoletos, para dar espacio a una movilidad más fluida y menos contaminante. Sin estas medidas, el país podría estar caminando hacia un abismo de caos vehicular sin solución a la vista.