En un paso significativo hacia el desarrollo comunitario, el gobierno ha autorizado la segunda etapa de explotación de oro en Cotuí a la empresa Barri Pueblo Viejo. Este avance no solo implica una ampliación en las operaciones mineras, sino también un compromiso social que busca mejorar la calidad de vida de las comunidades aledañas.

 

La empresa ha decidido implementar un ambicioso proyecto llamado “Nuevos Horizontes”, que contempla la construcción de 650 viviendas, así como el desarrollo de infraestructuras complementarias como guarderías, escuelas e Iglesias. Esta iniciativa beneficiará a seis comunidades que se verán impactadas por la construcción de la presa de cola necesaria para las operaciones mineras.

 

El periodista Geraldino González, destacó que se busca llevar adelante un diálogo con las personas que, tras un levantamiento previo, han ocupado tierras de la zona a fin de regularizar su situación y permitir así la continuación de las negociaciones. Según González, “la mayoría de las personas quieren el proceso y están dispuestas a que se dé, lo que evidencia un deseo de avanzar y mejorar sus condiciones de vida”.

 

Sin embargo, el proyecto también enfrenta desafíos. Existen tensiones con algunas personas que se han instalado recientemente en las áreas afectadas, quienes están solicitando compensaciones que se consideran inalcanzables. Esta situación ha generado un impasse en las negociaciones y retrasa el avance del proyecto.

 

Las viviendas, valoradas en más de 3.5 millones de pesos cada una, se construirán en terrenos de más de 700,000 m² que contarán con servicios básicos como agua potable, escuelas y áreas deportivas. “Este es un compromiso para culminar estas casas de manera que las personas puedan disfrutar de una vivienda digna y construida con alta calidad”, explicó Ivett Viloria, intendente del equipo de relacionamiento y desarrollo comunitario.

 

Los primeros beneficiarios, como José Amparo y Martín Belén, expresaron su alegría y esperanza ante esta nueva oportunidad. “Queremos tener un hogar digno y estamos emocionados por el avance del proyecto”, comentaron mientras esperan con ansias la llegada de sus llaves.

 

A medida que el proyecto avanza hacia su fase de finalización, la expectativa crece entre los residentes de Cotuí, que ven en “Nuevos Horizontes” un símbolo de esperanza y una vía hacia un futuro mejor. Las familias, que durante años vivieron en condiciones precarias, ahora vislumbran la posibilidad de un hogar seguro y con mejores oportunidades para sus hijos.

 

Junior Trinidad, responsable del equipo de seguimiento, reafirma el compromiso de la empresa en acompañar a las comunidades en este proceso transformador. “Estamos aquí para garantizar que cada persona tenga el soporte necesario para una adaptación exitosa en su nuevo hogar”, concluyó.