Durante su intervención, Guzmán hizo referencia a las entregas de bonos históricas, y resaltó que, aunque estas ayudas son necesarias, los bonos se han “politizado” y no se entregan de manera equitativa ni justa. “Los bonos están malditos, ya no sirven. Los políticos no quieren tocarlos, ya lo han dicho”, expresó Guzmán, señalando que la situación actual es un reflejo de la desconfianza que los ciudadanos tienen hacia el manejo de estos fondos por parte de los legisladores.

En su propuesta, Guzmán sugirió que las iglesias y otras organizaciones con fines sociales, como el patronato de ciegos o el patronato del cáncer, deberían ser las encargadas de gestionar y distribuir estos recursos. Según él, esta medida evitaría la politización de las ayudas, que a menudo se usan con fines electorales. “Que se entreguen los bonos a las iglesias, a los pastores, y que se lleven a los ancianatos. Ellos tienen un carácter social y no político”, argumentó Guzmán.

Asimismo, el comunicador defendió la importancia de que los recursos lleguen a los más necesitados sin la intervención de los partidos políticos, lo que podría asegurar una distribución más justa y transparente. Guzmán hizo un llamado a los legisladores y políticos de todos los partidos a dejar de involucrarse en la entrega de los bonos y a permitir que instituciones más neutrales manejen el proceso.

Además, Guzmán criticó la forma en que algunos políticos manejan estas entregas, mencionando que en ocasiones los beneficiarios deben hacer largas filas y enfrentarse a un trato indigno para acceder a los bonos. A su juicio, este tipo de prácticas no favorecen a los más necesitados y solo generan un ambiente de desconfianza y frustración.

El comunicador concluyó su intervención reafirmando que el país necesita un manejo más ordenado y responsable de los recursos destinados a los sectores vulnerables, destacando la importancia de que estas ayudas lleguen de manera eficiente y sin el afán de obtener réditos políticos.