En un ambiente electoral cada vez más tenso, la vicepresidenta Kamala Harris arremetió anoche contra el expresidente Donald Trump durante un foro en Pennsylvania, llamándolo “fascista” y cuestionando su idoneidad para el cargo. La declaración de Harris se produce en un contexto de creciente presión política a medida que se acercan las elecciones.

Trump no tardó en responder a las acusaciones a través de su red social, sugiriendo que Harris había “elevado el tono” de su discurso debido a su caída en las encuestas. Afirmó que la vicepresidenta estaba “desesperada” y que esto reflejaba su falta de conexión con el electorado.

Mientras Trump continúa su campaña con eventos programados en Arizona y Nevada, Harris se prepara para visitar Georgia. La confrontación verbal entre ambos candidatos refleja la polarización creciente en la política estadounidense y augura un clima electoral candente.

En un giro adicional a la controversia, se han reavivado acusaciones de abuso sexual contra Trump, mencionadas por la exmodelo Stacey Williams. Williams relató un incidente que tuvo lugar en 1993 con Jeffrey Epstein, quien se suicidó en prisión en 2019. Según Williams, Trump se encontraba presente durante el evento. Sin embargo, Trump no ha hecho comentarios sobre estas acusaciones específicas.