La indignación se desbordó en las calles de Mexicali, donde decenas de personas se manifestaron exigiendo justicia por el presunto abuso sexual de una menor de cinco años, conocido como el caso de “Kim”. La madre de la niña, Dulce María, compartió su dolor en redes sociales, señalando que su corazón está “partido en mil pedazos” tras el incidente ocurrido en el jardín de niños Graciano Viniegra Salazar.

“Es por eso que estoy aquí, alzando la voz”, declaró la madre en medio de la multitud, “porque como todos estamos gritando, lo único que queremos es justicia”. Las acusaciones surgieron cuando la menor reportó dolores en su parte íntima, lo que llevó a una investigación por parte de la Subsecretaría de Educación Básica, que ya investiga a una maestra y un administrativo. Como parte de las medidas tomadas, la directora del kínder fue removida de su puesto.

La gobernadora del estado aseguró que la menor está recibiendo la atención médica y psicológica necesaria. Sin embargo, la situación ha generado aún más inquietud entre los padres de familia, quienes critican que no se resguardó la escena del incidente, lo que podría dificultar la recolección de pruebas, según el abogado de la familia.

Durante la manifestación, algunas madres lanzaron piedras al jardín de niños y colocaron pancartas con mensajes como “Yo sí, te creo”. Posteriormente, un grupo de manifestantes se trasladó a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, donde clamaron “los niños no se tocan”, exigiendo respuestas claras sobre lo sucedido.

Los presuntos responsables ya han rendido declaración ante las autoridades, pero su paradero se mantiene en la incertidumbre y, a pesar de la magnitud de la situación, el kínder continúa en operación. Las autoridades escolares aún no se han pronunciado al respecto.

Este caso resalta un problema alarmante, ya que México ocupa el primer lugar a nivel mundial en abuso infantil. Según datos del INEGI, en 2021 se reportaron más de 22,000 víctimas de abuso infantil en el país, lo que pone de manifiesto la urgente necesidad de implementar medidas más efectivas para proteger a los menores.

La protesta se convierte en un llamado a la acción no solo para este caso específico, sino para abordar de manera integral el grave problema del abuso infantil en México. La lucha por justicia para Kim acaba de comenzar y la comunidad exige respuestas.