Los familiares de Alexander Silva, un joven de 16 años que murió tras recibir un disparo de un agente de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM) en Sabana Grande de Boyá, exigen justicia por su muerte. Según su tío, Juan Francisco Olivo, Alexander fue enviado a buscar a la esposa de un hombre, pero al llegar al lugar, sin previo aviso, un agente le disparó en la nuca y luego lo arrastró hasta un centro médico.

Juan Francisco cree que el verdadero objetivo era otra persona, y que Alexander fue víctima de una ejecución injusta. El municipio está consternado, ya que el joven no tenía relación con la situación. Además, denuncia que miembros del DICRIM realizan prácticas similares y exige que estos actos sean erradicados.

Felipa Mejía, la abuela de Alexander, expresó con dolor que su nieto, un joven trabajador y no vinculado al crimen, fue asesinado sin razón. Pide al presidente Luis Abinader y al director de la Policía Nacional que tomen cartas en el asunto para que se haga justicia. Tras el incidente, la Policía informó que el teniente Rosario Bernardo Joseph fue identificado como el presunto responsable del disparo que acabó con la vida del joven.