En su más reciente comentario, el comunicador y analista político Manuel Cruz reflexionó sobre la situación política en República Dominicana tras la juramentación del presidente Luis Abinader para el período constitucional 2024-2028. Cruz expresó sus mejores deseos al presidente Abinader, augurándole éxito, prudencia y sabiduría en los próximos años, especialmente con las importantes reformas que se avecinan. También reiteró su disposición a brindar apoyo constructivo al gobierno y, cuando sea necesario, críticas que consideren el bienestar del país.

El comunicador comenzó señalando que la reforma constitucional de 2010, impulsada por Fernández, fue positiva para los intereses nacionales, aunque también contenía elementos que beneficiaron políticamente al propio Fernández. Criticó a Fernández por negar la existencia de ciertas disposiciones en la Constitución de 2002, como la que prohibía la reelección presidencial tras un segundo mandato consecutivo, acusándolo de intentar “darle un jugo de tamarindo” a la población con su discurso.

En relación a Venezuela, el analista defendió la postura inicial de Fernández de mantener la neutralidad durante su visita al país, considerando que emitir opiniones que pusieran en peligro su integridad física no era sensato. Sin embargo, criticó a Fernández por no condenar las acciones del presidente venezolano Nicolás Maduro una vez que regresó a suelo dominicano. Subrayó que Fernández, quien ha sido un defensor de la democracia, no puede mantener una postura neutral ante las acciones de Maduro sin comprometer su reputación como demócrata.

El analista también abordó el debate sobre la independencia del Ministerio Público, destacando la corrección jurídica de los argumentos de Fernández, pero cuestionando su autoridad moral para hablar sobre el tema debido a su propio historial en el nombramiento de figuras políticamente afines durante su mandato. Criticó tanto a Fernández como al expresidente Danilo Medina por “relajar” la independencia del Ministerio Público, argumentando que la verdadera independencia no depende del mecanismo de designación, sino de la práctica política real.

Manuel Cruz concluyó con un llamado a la reflexión sobre la importancia de mantener la integridad y la coherencia en la gestión pública, especialmente en un contexto donde la independencia de las instituciones y la democracia están en juego.