El comunicador Kalil Michel ofreció una fuerte crítica a las expectativas que han surgido en torno al rol de Leonel Fernández en la crisis política en Venezuela. Michel destacó la desproporción de las expectativas puestas en Fernández y en otros observadores internacionales en cuanto a la capacidad de resolver la situación en el país sudamericano.
“Ahora parece que el futuro de Venezuela estaba en manos de Leonel,” afirmó Michel, cuestionando la creencia de que la presencia de Fernández y otros observadores podría de alguna manera resolver el conflicto político en Venezuela. Según Michel, esta visión ignora el verdadero papel de la observación internacional y las limitaciones de los observadores en procesos electorales.
Michel destacó que la observación internacional tiene el objetivo de verificar la transparencia del proceso electoral, no de intervenir directamente en la política interna de los países. “El rol de Leonel y de cualquier observador es verificar que el proceso se lleve a cabo de acuerdo con las normas establecidas. No se trata de tumbar un régimen por arte de magia,” explicó.
El comunicador también criticó la falta de comprensión sobre las funciones y limitaciones de los observadores internacionales. “Algunos comunicadores veteranos han dicho que la observación es irrelevante. Esto es ridículo. La observación contribuye a asegurar que el proceso sea transparente y justo. No es una herramienta para derrocar gobiernos,” subrayó Michel.
Michel cuestionó las expectativas de que la observación internacional pueda resolver de inmediato la crisis en Venezuela, y argumentó que estas expectativas a menudo ignoran la complejidad de la situación. “El hecho de que Leonel Fernández haya sido parte de una misión de observación no significa que pueda cambiar el curso de los eventos en Venezuela por sí solo. Las vías de derecho internacional y la intervención de la comunidad internacional deben respetar la autonomía de los estados,” señaló.
Finalmente, Michel instó a los venezolanos a mantener la esperanza y a luchar de manera estratégica. “Es fundamental que la lucha por la libertad se mantenga, pero debe ser una lucha inteligente, basada en la realidad de la situación y no en ilusiones,” concluyó.