El comunicador Dany Alcántara ha compartido sus impresiones sobre un reciente encuentro con la procuradora general de la República, Miriam Germán, describiendo una reunión tensa y llena de reclamos. Alcántara esperaba una reunión cordial con la prensa, pero en lugar de eso, se encontró con una procuradora que defendía el comunicado emitido por la Procuraduría, el cual advertía sobre una supuesta amenaza velada a la prensa dominicana en relación con el caso Calamar.
El comunicado, que aplicaba el criterio de oportunidad según el código procesal penal, fue criticado por la prensa como ofensivo y amenazante para la libertad de expresión. Germán, sin embargo, declaró que no encontró ofensas en el documento, sugiriendo que tal vez hubo una mala redacción. Este intercambio dejó claro para Alcántara y otros periodistas presentes que Germán no tenía el control total de la Procuraduría General.
La procuradora general, a pesar de su firmeza y larga trayectoria, parece haber enfrentado dificultades en empoderarse y tomar decisiones dentro del Ministerio Público. La influencia de la procuradora adjunta encargada de la persecución de casos de corrupción, Jenny Berenice Reynoso, ha sido notable, lo cual ha limitado la capacidad de Germán para imponer su visión y criterio en la institución.
Durante la reunión, Germán mencionó su relación histórica con la prensa, recordando su época como juez en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, donde mantenía una buena relación con los periodistas. Sin embargo, la preocupación principal de los periodistas era si realmente Germán manejaba la Procuraduría General de la República. Su respuesta y sus acciones sugerían que no tenía el control total y que no se sentía cómoda ni empoderada en su rol.
Alcántara y otros periodistas consideran que Miriam Germán podría estar terminando su gestión antes de lo esperado, posiblemente el 16 de agosto, con rumores de que podría ser nombrada embajadora en Argentina. Aunque no habló de una despedida oficial, la información sobre su posible traslado al exterior sugiere que Germán ya está evaluando su futuro, considerando las necesidades de su hijo especial.
A pesar de su firmeza y valentía, Germán no ha logrado poner su sello en la Procuraduría General de la República, enfrentando críticas por no poder detener prácticas que no comparte, como la solicitud de prisión preventiva en casos que no lo ameritan. La percepción general es que no ha podido ejercer su estilo garantista en la institución, lo cual marca su gestión de manera negativa.