La Procuradora General de la República, Miriam Germán, ha dejado a la opinión pública con muchas preguntas tras su reciente rendición de cuentas. En su discurso, Germán afirmó: “Ni gané ni perdí, solo me marcho tranquila”, lo que ha generado especulaciones sobre a quién o a qué se refería cuando mencionó que no guarda “rencor”.
Durante su intervención, Germán expresó: “Por fin llegó el día. Qué bueno que llegó este día y que hay otros que estaban esperando también porque llegará ese día”. Estas palabras, interpretadas como un mensaje entre líneas, han despertado el interés de figuras públicas y analistas políticos.
El comunicador Juan Reyes, presente en la rendición de cuentas, sugirió que Germán debería escribir sus memorias y citar nombres, a pesar de las posibles implicaciones. Esto resuena con las declaraciones del presidente de la Comisión para el Seguimiento al Plan de la Reforma Penitenciaria, Roberto Santana, quien en abril de 2023 denunció corrupción y sabotaje en la gestión de Germán. Santana señaló que desde la Procuraduría hay un “tren” lleno de conspiraciones y que Germán enfrentó grandes desafíos debido a un sistema permeado por diversas irregularidades que persisten de gestión en gestión.
Las palabras de Germán han llevado a la reflexión sobre la independencia del Ministerio Público y la importancia de la justicia en República Dominicana. El presidente de la República, que ha buscado establecer un Ministerio Público independiente desde 2020, también ha llamado a una reforma en este sentido. Sin embargo, en un país donde la justicia ha estado a menudo a merced del poder, administrar justicia sigue siendo un desafío.
La salida de Germán genera preocupación entre los dominicanos que valoran su ética y servicio. Su afirmación de no guardar rencor plantea la interrogante: ¿A quién o a quiénes se refería? Este es un punto crucial que debe investigarse para comprender mejor las dinámicas internas de la Procuraduría y los desafíos que Germán enfrentó durante su gestión.