Una tragedia impactante ocurrió esta semana en el Sonoran Sea Resort cuando Jorge Guillén, un turista estadounidense de 43 años, perdió la vida tras ser electrocutado en un jacuzzi junto a su esposa, Lizette Zambrano. La pareja, originaria de El Paso, Texas, había llegado al centro vacacional para unas vacaciones familiares.
El incidente, que ha desatado una demanda legal por 1 millón de dólares en daños y perjuicios, fue descrito por los abogados de Zambrano como un caso de negligencia grave por parte de los operadores del complejo turístico. La demanda acusa a Casago International y High Desert Travel, los operadores del resort con sede en Arizona, de no mantener el cableado eléctrico del jacuzzi en condiciones seguras, lo que resultó en la muerte de Guillén y lesiones graves para Zambrano.
Según relatos de testigos y detalles presentados en la demanda, el martes por la tarde Zambrano y Guillén decidieron disfrutar del jacuzzi mientras observaban la puesta de sol sobre el mar. Sin embargo, desconocían el peligro que enfrentaban debido a una corriente eléctrica que fluía a través del agua.
Cuando Guillén ingresó al jacuzzi, fue electrocutado de manera inmediata, quedando atrapado bajo el agua debido a un circuito de corriente directa. Zambrano, al intentar rescatar a su esposo, también fue víctima de la corriente eléctrica y quedó succionada por el jacuzzi.
El abogado Tej Paranjpe, del bufete PMR Law con sede en Houston, comentó: “Es absolutamente aterrador. No hubo respuesta inmediata ni acción por parte del personal del resort mientras Jorge recibía repetidas descargas eléctricas bajo el agua”.
A pesar de los esfuerzos de otros huéspedes por ayudar, incluyendo intentos de sacar a Guillén del jacuzzi con herramientas metálicas que resultaron en más electrocuciones, la respuesta del personal del resort fue descrita como lenta y desorganizada.
Finalmente, tras aproximadamente 10 minutos, el gerente del resort logró sacar a Guillén del jacuzzi, pero lamentablemente ya era demasiado tarde para salvarlo.
Zambrano fue trasladada en helicóptero a un hospital en Phoenix, Arizona, donde fue tratada por sus heridas y finalmente dada de alta el viernes pasado.
Las autoridades mexicanas están investigando las circunstancias exactas que llevaron al accidente, centrándose en el cableado defectuoso del jacuzzi. La fiscalía del estado de Sonora ha anunciado que realizará visitas de campo en los próximos días para determinar la causa exacta de la falla eléctrica.
Este trágico incidente ha puesto de relieve la importancia de mantener equipos de jacuzzi y piscinas en condiciones seguras, ya que incidentes como este, aunque raros, pueden tener consecuencias devastadoras.
Según la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos, entre 2002 y 2018 se reportaron 47 incidentes relacionados con lesiones o muerte en jacuzzis, piscinas y balnearios en el país, lo que subraya la necesidad de una vigilancia constante y mantenimiento adecuado de estos espacios recreativos.