Los resultados preliminares de las elecciones senatoriales indican que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) ha conseguido una victoria abrumadora, ganando 29 de las 32 senadurías, superando incluso sus propias proyecciones, que estimaban entre 23 y 27 escaños.
Esta contundente victoria del PRM marca un hito, mientras que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) enfrenta una derrota histórica, quedándose sin un solo senador por primera vez desde 1990. Además, el PLD ha registrado el porcentaje de votos más bajo desde 1986, lo que subraya la magnitud de su declive.
La situación del PLD en la Cámara de Diputados es algo mejor que en las elecciones presidenciales, pero sigue siendo preocupante. La Fuerza del Pueblo, liderada por Leonel Fernández, parece estar consolidándose como una fuerza más significativa, posiblemente superando al PLD en representación en la cámara baja.
El analista político José Pérez señaló que el PLD necesita una renovación completa para recuperarse. “El PLD debe asimilar este proceso de la misma forma que lo hizo entre 1990 y 1994, cuando se regeneró con jóvenes líderes como Leonel Fernández y Danilo Medina”, indicó Pérez. “Si el partido sigue con Danilo Medina presidiendo, sin un cambio significativo, se hundirá más”.
El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) también enfrentan desafíos significativos. El PRD, bajo la dirección de Miguel Vargas, ha perdido relevancia y estructura, y muchos sugieren una fusión con el PRM para sobrevivir. Por otro lado, el PRSC, tradicionalmente aliado de otros partidos, ha visto disminuir su influencia electoral considerablemente.
En conclusión, el panorama político dominicano se ha transformado drásticamente con estas elecciones. El PRM ha consolidado su poder, mientras que el PLD y otros partidos tradicionales enfrentan la necesidad urgente de reestructurarse y adaptarse a las nuevas realidades políticas para evitar su desaparición.