por ciento de la población carcelaria del país sufre de enfermedades como problemas cardíacos, renales y sexuales, según reveló un estudio presentado por la Defensoría del Pueblo.
El informe señala que más de la mitad de los reclusos que padecen alguna enfermedad no reciben el tratamiento adecuado para aliviar sus dolencias.
El Defensor del Pueblo destacó la importancia de dar voz a los privados de libertad y resaltó que la sobrepoblación en las cárceles agrava las violaciones en la atención médica, con casi el 30% de los internos requiriendo servicios de salud.
Además, se identificaron problemas relacionados con la salud mental, enfermedades de transmisión sexual y protocolos de atención de emergencia nocturna. Los problemas cardíacos, renales, infecciones de transmisión sexual y enfermedades degenerativas son los más comunes entre la población carcelaria.
La falta de higiene, el hacinamiento, la escasez de acceso a agua potable y la deficiente alimentación empeoran aún más las condiciones de salud de los presos, lo que se considera alarmante.
Los resultados del análisis resaltan la urgente necesidad de humanizar el sistema penitenciario del país y garantizar los derechos fundamentales de los reclusos. Se hace hincapié en la implementación de un protocolo médico adecuado y el suministro de medicamentos de calidad.
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