Este jueves en el estado de Alabama, al sur de Estados Unidos, se llevó a cabo la ejecución de Kenneth Eugene Smith, utilizando un método nunca antes probado: la asfixia por gas nitrógeno.
Smith, condenado a muerte por el asesinato por encargo de una mujer en 1988, fue declarado muerto a las 20:25 horas locales después de inhalar gas nitrógeno a través de una máscara, privándose así de oxígeno. El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó minutos antes de la ejecución el último recurso presentado por la defensa del preso por 6 votos a 3, permitiendo el inicio del procedimiento.
Sonia Sotomayor, una de las tres juezas que votaron por detener la ejecución, expresó su preocupación, argumentando que “al no haber podido matar a Smith en su primer intento, Alabama lo ha elegido como su ‘conejillo de indias’ para probar un método de ejecución nunca antes usado”.
Cabe destacar que Alabama ya había intentado ejecutar a Smith en noviembre de 2022, pero el intento fracasó, cuando el verdugo no pudo introducirle las vías intravenosas. Como parte de un acuerdo posterior, Alabama se comprometió a no intentar matarlo nuevamente mediante inyección letal.
Minutos antes de su muerte, con la máscara puesta, Smith pronunció sus últimas palabras: “Esta noche, Alabama hace que la humanidad dé un paso atrás. Gracias por apoyarme. Los amo a todos”.
Testigos oculares, entre ellos periodistas, relataron que después de que el gas comenzara a fluir, Smith se retorció durante unos minutos y luego se le observó con respiración agitada durante varios minutos más.