En las noches de la Calle 42 de Capotillo, solía reinar la música, el baile y el bullicio de los famosos teteos que atraían a exponentes de la música urbana y a jóvenes en busca de diversión. Sin embargo, todo cambió abruptamente hace aproximadamente una semana, cuando un conflicto entre familias terminó en tragedia.
El triste incidente que resultó en la pérdida de vidas humanas ha dejado una sombra de tristeza sobre esta comunidad, y los comerciantes locales ahora enfrentan una situación crítica. Desde el trágico evento, la presencia policial en la zona se ha intensificado, lo que ha generado malestar entre los residentes y ha llevado a un drástico descenso en las ventas.
Los comerciantes, que solían disfrutar de un floreciente negocio gracias a la afluencia de personas en busca de entretenimiento, ahora se quejan de que las ventas han disminuido en un alarmante 80%. La razón principal detrás de esta dramática caída en las ventas es la actitud de la Policía Nacional.
Según testimonios recopilados, los agentes de la Policía Nacional han llevado a cabo operativos que han resultado en el cierre forzado de negocios a tempranas horas de la noche, lo que ha afectado gravemente a los comerciantes locales. Algunos comerciantes han expresado su frustración por la falta de clientes y por tener que cerrar sus establecimientos prematuramente.
La situación también ha tenido un impacto negativo en los bailarines y artistas locales que solían aprovechar la animada atmósfera nocturna de la Calle 42 de Capotillo para ganarse la vida. Con la presencia policial y el temor a posibles incidentes, muchos de ellos han decidido no actuar o limitar sus presentaciones.
Los residentes de Capotillo y los comerciantes hacen un llamado a la Policía Nacional para que realice su trabajo, de manera que no perjudique la economía local y permita que la comunidad recupere su vitalidad y alegría. La situación es crítica, y todos esperan que se encuentre una solución que beneficie a todos los involucrados.