Altagracia Salazar mencionó que en el año 2012, Leonel Fernández trató de mantenerse en el poder “inventando la fábula de los dos millones de firmas”. Para Salazar, esta estrategia incluyó un espectáculo en el Palacio de los Deportes, donde trabajadores se esforzaban por cargar cajas en carritos que supuestamente contenían los documentos que respaldaban la necesidad expresada por el pueblo de que Fernández permaneciera en la presidencia.
Durante este evento, una de las consignas más emblemáticas que se repitió, como señala Altagracia Salazar, fue “Leonel, líder, maestro y guía”.
Según Altagracia Salazar, el acto de entrega de los dos millones de firmas estuvo precedido por una campaña de publicidad en la que se mostraba a los voluntarios recorriendo calles de barrios, pueblos y ciudades en busca de las firmas de ciudadanos entusiastas.
Todos ellos, según la periodista, estaban locos por el líder y demandaban que se quedara en el poder. A pesar de todos los esfuerzos de campaña y el espectáculo montado, Fernández no logró mantenerse en la presidencia, y el danilismo finalmente logró superarlo.
Asimismo, dijo que en el 2012, el padrón de electores estaba compuesto por 6.5 millones de votantes, y los dos millones de firmas representaban aproximadamente un tercio del total de votantes potenciales.
Sin embargo, han pasado 11 años desde entonces, y la historia se ha repetido de manera sorprendentemente similar en el presente. Una intensa campaña mediática para recoger firmas, la presentación del padrón con gran pompa y un discurso apasionado del líder se han convertido en elementos comunes en ambos episodios.