Las estafas relacionadas con abogados de inmigración “falsos” han generado una alerta en la comunidad migrante de Estados Unidos. Miles de personas han sido víctimas de estos impostores, lo que ha llevado a deportaciones y situaciones de riesgo para aquellos que confían en estos supuestos profesionales.

El abogado de inmigración Héctor Benítez señala que esta preocupante situación se ha agravado en los últimos tiempos debido a la proliferación de personas que se hacen llamar “preparadores” o notarios. Aunque la figura de un preparador es legal y válida, estos individuos no tienen la autoridad para brindar asesoramiento legal.

La problemática radica en que muchos de estos preparadores, a pesar de advertir que no son abogados, desarrollan estrategias legales y brindan asesoramiento legal a personas que no conocen las complejidades del sistema migratorio de Estados Unidos. Esto incluye la presentación de documentación ante la corte de inmigración, lo cual solo puede ser realizado por abogados con licencia o representantes acreditados por el Departamento de Justicia.

Consecuencias de la Asesoría Incorrecta: Deportación y Costos Elevados

 

En muchas ocasiones, estos preparadores envían documentación incorrecta o inadecuada a las autoridades migratorias, lo que puede resultar en la deportación de los solicitantes. Además, algunos cobran honorarios tan altos o incluso mayores que los abogados con licencia, lo que agrava aún más la situación para los migrantes.

El abogado Benítez enfatiza que, para recibir asesoramiento legal en casos de inmigración, las personas deben recurrir a abogados con licencia o representantes acreditados por el Departamento de Justicia. Estas son las únicas figuras autorizadas para brindar representación legal en el contexto migratorio de Estados Unidos.

En cuanto a la defensa de errores cometidos debido a la asesoría de un no abogado, Benítez señala que es un argumento legítimo, pero su éxito depende de varios factores, como la corte y la gravedad del caso. En cualquier caso, el abogado recomienda evitar este tipo de situaciones para no poner en riesgo el proceso migratorio y, en última instancia, evitar deportaciones.