En un reciente episodio de su programa “Sin Maquillaje”, la destacada periodista Altagracia Salazar arrojó luz sobre la situación política interna del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) al presentar un análisis contundente bajo el título “Danilo Admite El Problema Es Abel”.

Según Salazar, el expresidente Danilo Medina se ha visto forzado a intervenir ante la creciente preocupación generada por la partida de numerosos dirigentes de la organización, en medio de la candidatura presidencial de Abel Martínez, un hecho sin precedentes en décadas.

La reunión de alto nivel que tuvo lugar en Santiago recientemente, según describió Máximo Laureano de Acento, ha sido interpretada como un esfuerzo por parte de Danilo Medina para reanimar a las filas del PLD.

Sin embargo, para Salazar esta reunión también destapó una realidad innegable: la elección de Abel Martínez como candidato presidencial carece de las cualidades de humildad y dirección necesarias para garantizar un triunfo electoral sólido o al menos una participación adecuada en los comicios del próximo año.

 

Las declaraciones de Medina: ¿Un intento de minimizar la deserción o una revelación de discordia interna?

 

Asimismo, la periodista mencionó que Medina ha tratado de minimizar la inquietud y la deserción de dirigentes atribuyéndolas a cuestiones menores y divisiones internas. No obstante, sus declaraciones parecen indicar lo contrario: al pedir a los miembros del partido que crean en Abel, a pesar de no verlo como los cristianos creen en Dios, sugiere que el distanciamiento del candidato es el verdadero origen del malestar dentro de la organización.

Un aspecto relevante es que Medina ha resaltado la importancia de ganar en Santiago, no solo en las elecciones de mayo, sino en las de febrero.

Resaltó que este no es el primer indicio de la incapacidad de Abel Martínez para integrarse en un equipo de trabajo armonioso. La renuncia previa de Francisco Javier García, quien expresó claramente la importancia de evitar equipos paralelos y trabajar en una única dirección para alcanzar una victoria contundente, evidencia la falta de alineación y eficacia en la campaña del candidato.