El caso de un hombre que fue picado por una pulga, generó impacto en las últimas horas.
La historia le ocurrió a Michael Kohlhof, de 35 años, quien viajó a San Antonio, en Estados Unidos, a cuidar a su madre que había sido operada del pie.
De forma inesperada, Michael empezó a sentir síntomas de gripe, como fiebre y tos, pero poco a poco perdió la sensibilidad de sus extremidades.
Al mismo tiempo, que Kohlhof presentó estos síntomas, sufrió un shock séptico, que consistió en una baja de la presión arterial causada por la grave infección.
Después de ser internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde tuvo que estar hospitalizado con ventilador y tener una serie de tratamientos que involucraron diálisis, antibióticos y vasopresores para lograr estabilizar su presión sanguínea.
A su vez, Kohlhof quien los médicos sostuvieron que estaba con muerte cerebral, al final se salvó, pero debieron amputar sus brazos y parte de sus piernas ocasionados por el tifus provocado por la infección de la pulga.
“Él y yo hablamos de eso. No son tus manos las que hacen todas estas grandes cosas. Es tu mente. Solo tendrás que encontrar una nueva vía para ejercerlo”, indicó su hermano Greg, que día a día le levanta el ánimo a su hermano.
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