La cantidad de algas pardas o sargazos que están llegando a las costas dominicanas es cada vez más crítica y amenaza, especialmente, la estabilidad de la industria turística, que genera el 25 % del producto interno bruto.

En segundo lugar, afecta la generación eléctrica y, no menos importante, provoca alteraciones en la salud de las personas, ya que una vez llegan a las costas desprenden gases nocivos que pueden crear enfermedades respiratorias.

Este problema ambiental, del que se alerta que -en este año- se están generando entre 25 y 30 millones de toneladas de sargazos, mantiene en vilo a los investigadors.